jueves, 15 de mayo de 2014

Aportes a la INTERCULTURALIDAD

Misión Nueva Pompeya, 15 de mayo de 2014

Interculturalidad
¿Que entendemos por interculturalidad?
¿Cómo es lo que es para nosotros la interculturalidad?
El tema que vamos a abordar será básicamente sobre interculturalidad con un enfoque de carácter funcional y descriptivo, no es específicamente una explicación y definición de los conceptos básicos, sino de cimentar mediante ejemplos su dinámica interna y sus combinaciones (intra, inter cultura), y por ultimo tratar en lo posible de encontrar en lo posible elementos que contribuyan a una interculturalidad de respeto, reivindicación y reparación.
No hay dudas de que debemos servirnos de investigaciones realizadas por todos los que nos han precedido, los estudiosos, los filósofos, los pedagogos, que en este ABC social podemos destacar a muchos que pertenecen al Pueblo Qom, Wichí y Moqoit, aborígenes y no aborígenes.
Es probable que tengamos que mencionar livianamente las definiciones y conceptos de Intercultural, interculturalidad e interculturalismo, pluriculturalida, multiculturalidad, o de una transculturalidad, y transinterculturalidad.


Ejemplo de la “yica”: Obra artesanal wichí, hecha de chaguar.

Esta artesanía en su estado original presenta rusticidad, con colores que se obtienen de distintas plantas (identidad y cultura). Con el afán de innovar básicamente se agregan nuevos elementos materiales, variedades y modelos. Las obras artesanales van adquiriendo nuevas características ya no solo propias de cada pueblo sino que  se incorporan, integran y complementan nuevos e incluso con elementos o adquisiciones de otras culturas (inter-culturalidad). Por ejemplo que los colores se obtienen ya no solo del monte sino también de los mercados, como la anilina, se incorporan nuevos, llamativos y muy vistosos (interculturalidad).
Las obras artesanales y ornamentales son más sofisticadas y van adquiriendo tipologías más complejas y se convierte en un recurso cada vez más competitivo (trans-culturalidad) en el canje, trueque, la comercialización y en el mercado. Entonces, la producción primaria de los pueblos originarios va irrumpiendo en un mercado cada más competitivo y complejo. Donde ya no “se fabrica para vender” sino se “fabrica lo que se vende”, y en esto entra en escena los intereses y gustos de los clientes y el ámbito del mercado local y externo (trans-inter-culturalidad).
Dos aspectos a tener en cuenta: lo primero es con relación a esta tendencia de las obras artesanales y ornamentales que evidencia una mixtura particular, no se presta mayor atención a la fase original, la forma ancestral de fabricación, o la manera de hacer una artesanía. Emerge la supremacía de intereses centrados en el mercado y la búsqueda constante de mejores ingresos que es lo que más importa y, lo segundo es volver atrás con mejoras sustanciales y el desafío de ir recuperando, preservando las formas antiguas o ancestrales de hacer una obra artesanal con modelos propios. Lo último es vital por cuanto que los dibujos, diseños, modelos y colores son símbolos, portadores de signos y significación milenarios.

Lo primero nos referimos a todo proceso de interacción entre culturas.
Sabemos que multiculturalidad y su consiguiente multiculturalismo, refiere a una coexistencia de culturas que conviven en un mismo lugar. Como dice la expresión popular “juntos, pero no unidos”.
Transculturalidad, lo podemos relacionar con procesos propios de una interacción, de trueque, o de intercambio. Donde se prestan cosas para fines propios. Estas realidades de nuestra sociedad son detectables sobre todo en situaciones de la vida cotidiana.

Mitos y realidades (el mito de los prisioneros de la caverna)
Entonces, la moción de interculturalidad plantea una perspectiva distinta y marca en contraste con el multiculturalismo y pluralismo cultural el ineludible propósito directo de promover el diálogo y el acercamiento entre culturas.
La interculturalidad es una característica del hombre y un bien de la humanidad.
En un contexto intercultural no están exentos los conflictos, que son por último los mismos que van generando respuestas concretas.
Desde esta perspectiva, nos permite poder pensar la aplicación de la interculturalidad a diferentes aspectos de la vida, como salud intercultural, educación intercultural, sistema jurídico intercultural o pluralismo jurídico y políticas institucionales interculturales.
A medida que se va avanzando y profundizando la cuestión de la labor intercultural van apareciendo situaciones concretas cada vez más complejas que no siempre ha sido comprendida por las partes involucradas de la misma manera también no siempre se correspondieron en los deberes de cada cual. A medida que se avanza refuerza el convencimiento de que es necesario articular, coordinar entre los diferentes actores inherentes de la sociedad actual. En este sentido circunstancialmente  podemos encontrar variados intereses y situaciones que pueden ser o no concordantes.
En el abordaje de una interculturalidad planteada como alternativa de progreso y desarrollo en distintas circunstancias sociales y políticas, es posible la aparición de reacciones adversas, que no alientan precisamente la tarea de educar interculturalmente, en la diversidad, de diversidad como recurso y requisito ineludible en la formación profesional. A veces por desconocimiento se manifiestan oposiciones y  hasta la opción de conspiraciones en contra de la protección de los derechos que se reclaman.
Ya dijimos que la interculturalidad es un rasgo distintivo del hombre, un bien de la humanidad, por tanto debe entenderse también como una política privilegiada que protege los derechos,  que responde a un mandato social e histórico. Además la interculturalidad debe entenderse como un medio de legitimación cotidiano de los sectores y actores de la sociedad en su conjunto.
La interculturalidad se sustenta en una coexistencia y diálogo de culturas excepcionales; una relación sostenida, sustentable, de comunicación y aprendizaje mutuo. Esta, requiere no solo renovar las leyes sino las instituciones y sus estructuras internas.

La participación de los pueblos originarios
Como Pueblos Originarios invocamos que la participación debe ser un requisito ineludible para la gestión social, es clave para los consensos y acuerdos. Supone un trato de iguales para intercambiar, dialogar y concertar a la vez que amplía las capacidades, oportunidades y recursos.
Es imprescindible redefinir el concepto de interculturalidad e iniciar un proceso participativo con identidad propia con presencia y oportunidades para todos y todas.
No olvidemos que la interculturalidad es un proceso reivindicatorio (Chaco. 1987: Ley 3.258) y eso implica cambios estructurales de la sociedad en su conjunto.
Importante a veces situarse en el lugar de los “otros” para ejercer la interculturalidad, y dejar emerger reciprocidad, el respeto a la cultura, a las personas, sus valores, tradiciones, a la cosmovisión.
La interculturalidad tiene que ser un proyecto de una sociedad con más justicia social, clave para construir juntos un mejor legado para las futuras generaciones.
Hay que valorar la cultura para construir una sociedad más igualitaria, capaces de VIVIR Y CONVIVIR interculturalmente.

Del Autor: Zenón González. IX Congreso Político Educativo “Hacia un Movimiento Pedagógico Latinoamericano, Formas escolares alternativas para la transformación”.  Confederación de Educadores Argentinos –CEA-.Resistencia. Chaco. Argentina. 2013.


No hay comentarios:

Publicar un comentario